La planta de Cannabis Sativa L y los productos derivados pueden llegar a generar moho y bacterias durante su proceso de cultivo o durante su posterior elaboración y manipulación. La mayoría de mohos son relativamente inofensivos y están presentes en el medioambiente, pero algunos tipos de moho representan una amenaza para la salud si se inhalan, especialmente para personas inmunodeprimidas, como algunos consumidores de cannabis medicinal.
Los análisis microbiológicos ayudan a asegurar la calidad e inocuidad desde la producción del Cannabis Sativa L hasta su cosecha. De aquí surge la importancia de mantener la precisión y evidencia rigurosa sobre los resultados microbiológicos, para de esta forma cubrir las exigencias y análisis de riesgos.
La analítica microbiológica del Cannabis Sativa L debe realizarse una primera vez cuando la planta es cosechada y otra vez más cuando el producto final vaya a ser envasado.
Para impedir que los microorganismos formen toxinas, el producto es esterilizado rápidamente tras ser cosechado con irradiación gamma (dosis <10 kGy) y posteriormente envasado en condiciones de asepsia.
A fin de determinar el nivel de contaminación microbiana de las muestras obtenidas, se realizan analíticas para determinar la presencia de bacterias y hongos potencialmente peligrosos.
Tipo de muestras recomendadas: cualquier muestra (vegetal o extracto) de la que se quiera conocer su calidad microbiológica.
Los parámetros que llevamos a cabo en nuestro laboratorio para medir son los siguientes:
- Microorganismos aerobios totales
- Hongos y levaduras totales
- Enterobacterias
En la planta de cannabis es posible la presencia de hongos por lo que es importante la determinación de Aflatoxinas, que producen los hongos del genero Aspergillus y que son potencialmente cancerígenas. Éstas pueden aparecer en cualquier producto húmedo que es sometido a desecación.